La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación
y la Agricultura (FAO) estima que la producción agrícolas mundial pierde aproximadamente
un 40% debido a plagas y enfermedades. El valor económico de esas pérdidas, fue
en el año 2016, aproximadamente, USD 40.000.000.000. Controlar esas pérdidas no puede depender
exclusivamente en la aplicación de insecticidas químicos., cuyo gasto agrícola ascendió en el mismo año
a 59.000.000 USD. La agricultura del futuro estará condicionada por la
sostenibilidad, produciendo más y mejor, sin aumentar los recursos de la tierra
y el agua y, sobre todo, minimizando su impacto ambiental, obteniendo alimentos
con el mínimo de residuos químicos en los alimentos.
La agricultura necesita nuevos
desarrollos tecnológicos que faciliten la toma de decisiones en el consumo de
insumos agrícolas. Actualmente ya se están controlando mediante sensores las
necesidades de agua o fertilizantes. Pero no existían nuevas tecnologías que
facilitaran información adecuada para optimizar un Manejo Integrado de Plagas.
FuturCrop es un software que ha sido
desarrollado para optimizar los momentos de muestreo y reducir a lo necesario y
eficiente los tratamientos realizados (tanto fitosantiarios como biológicos).
Los agricultores necesitan visitar el
campo para comprobar y controlar el estado de los cultivos y realizar
muestreos. FuturCrop informa sobre los momentos adecuados para realizar
muestreos en los cultivos, pues envía alertas del cambio en el desarrollo
biológico de las plagas. De este modo se controla el momento de aparición, o si
se acelera su ciclo biológico.
Es importante tener un conocimiento
previo de lo que es necesario monitorear, ya que las plagas tienen distintos
hábitos según su fase de desarrollo, difieren en su distribución en el cultivo,
así como los lugares donde se encuentra. Por ejemplo, la oviposición de orugas
defoliadoras, en general se realiza en el envés de las hojas. O los adultos de trips
suelen tener menor movilidad, y se ubican en zonas bajas o cercanas a montes.
El conocimiento del desarrollo biológico
de la plaga también es determinante para la efectividad de su control. La FAO
estima que el 37% de la producción agrícola que se pierde es consecuencia de la
aplicación de tratamientos tardíos. Tener conocimiento de que una plaga se
encuentra en un instar larvario específico, el momento de oviposición, o cuando
realizar las sueltas de organismos de control biológico es fundamental para
realizar un tratamiento eficiente. Conocer el momento de mayor vulnerabilidad
de la plaga a los tratamientos supone una disminución del riesgo de pérdida de
cosecha, y una reducción considerable de gastos y de residuos químicos en los
alimentos.
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