jueves, 27 de julio de 2017

Efectos de la agricultura en el medio ambiente, el abejorro europeo que alteró el sistema en Sudamérica


La agricultura aprende de la naturaleza, en ocasiones la modifica y altera, para producir y alimentar a una población creciente. Pero una empresa agrícola no es una empresa de producción cualquiera. En ocasiones la optimización de procesos, la modificación de su tecnología, tiene consecuencias imprevistas en el medio ambiente.

Alguien pensó que en vez de polinizar mediante hormonas o manualmente podría disminuir los costos de producción mediante la polinización natural de los cultivos utilizando abejorros. Y efectivamente, el abejorro se empezó a comercializar en los años 80 para facilitar la polinización de las flores en el cultivo del tomate, dado que su vibración es particularmente eficaz en sus flores. Hoy día esta técnica en este cultivo está casi generalizado. Los abejorros trabajan desde antes del amanecer, hasta que se esconde el sol, con un promedio de 10-14 flores por minuto. Son polinizadores incansables y eficientes. Cuando las abejas por temperaturas inferiores a 14°C no pueden trabajar o cuando se cultiva bajo condiciones de invernadero, el abejorro colecta polen y néctar bajo los 5° C”.

El abejorro europeo, Bombus terrestris,  es el polinizador idóneo para los cultivos del mundo, pues puede polinizar más de trescientas especies de plantas. Es una de las cinco especies de Bombus que se crían comercialmente y la más extensamente utilizada para polinizar más de 25 cultivos, tanto en invernaderos como como a campo abierto.

En 1998, el Instituto Nacional de Investigaciones Agrícola (INIA) apoyó que grupos de agricultores de Chile empezaron a utilizar abejorros Bombus terrestris en sus invernaderos, con el objetivo de mejorar el proceso natural de polinización de sus cultivos. Previamente ya se había introducido en Chile el abejorro Bombus ruderatus, sin daños importantes en los ecosistemas.

Pero en este caso hubo varios problemas. Algunas poblaciones del abejorro europeo se escaparon de los invernaderos y se asilvestraron. Y también empezaron a utilizarse en la polinización de frutos que tienen cultivos a campo abierto. Quedó libre en el medio ambiente, desplazándose unos 200 km anuales.

La propagación de abejorro europeo está causando un grave efecto en las poblaciones del abejorro nativo, abejorro gigante, mangangá del sur o moscardón del bosque, Bombus dahlbomii.

Ambas especies de abejorro empezaron a competir, por los sitios de nidificación y por el alimento. Y se alteraron las condiciones del medio, principalmente por cambios en la producción de semillas de las plantas nativas patógenos, y la polinización de malezas introducidas.

Es un hecho que el aumento de Bombus terrestris concuerda con la disminución de poblaciones de Bombus dahlbomii. El abejorro autóctono ha desaparecido hasta en un 80%. Varios factores influyen, pero el más importante es el de la transmisión de organismos patógenos a los insectos autóctonos. Las cargas parasitarias (Apicystis bombi, Crithidia bombi, Nosema bombi) que tienen los abejorros europeos son tan altas que, cuando una colonia se libera al ambiente, el 80 o 90% de los individuos está contagiado.

Lamentablemente estamos empezando a conocer los efectos en la biodiversidad que pueden tener procesos de innovación en la agricultura como el descrito.

Pero los efectos de la intervención humana en la naturaleza se duplican en este caso. En marzo de 2012 la revista científica Science publicó una investigación en la que se  se relacionaba la disminución del tamaño y la producción de reinas en colonias del abejorro europeo, que habían sido alimentadas con néctar y polen de flores con trazas del insecticida imidacloprid, el cual tiene un amplio uso en la agricultura.




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