La Drosophila suzukii, o drosófila de alas manchadas, es una especie autóctona de Japón, pero con distribución abundante en China, Corea, India, Pakistan, etc. Es otro caso más de plaga viajera. La internacionalización del comercio de fruta, y la puesta de huevos y consiguiente desarrollo de la larva, en el interior de los frutos frescos, facilita la dispersión de esta plaga a nivel mundial. En 2008 ya estaba presente en EEUU, en Italia y en España. A Francia llegó en 2010 y en 2011 a Suiza, Eslovenia, Alemania, Bélgica, etc. En Sudamérica se detectó en Ecuador en el año 2005. En el año 2014 se declara presente en Brasil. En 2016 ya estaba presente en Argentina y Uruguay. Ahora ya aparece en Chile, según http://bit.ly/2t50hnT
Cuando la Drosophila suzukii aparece en una nueva zona puede causar graves daños debido al desconocimiento de métodos de su tratamiento y control por parte de los productores de fruta, la falta de enemigos naturales, y el inicial desconocimiento sustancias activas aplicables para su tratamiento.
Ataca a las frutas de piel fina, como la cereza, fresa, frambuesa, arándano, mora. Pero también a fruta de hueso como el melocotón, la ciruela, albaricoque, nectarina. Se alimenta también del higo, caqui y kiwi. Es una plaga de mucha gravedad en zonas de cultivo de uva de vinificación.
La Organización Europea para la Protección de las Plantas (EPPO) considera que su completa erradicación es inviable y su manejo difícil.
Existen varias características que son específicas de la Drosophila suzukii:
- Elevado potencial reproductivo y sobre todo la buena adaptación a las bajas temperaturas.
- Rapidez de dispersión.
- A diferencia de otras drosophilas, o “moscas del vinagre”, tiene preferencia por frutas sanas. El daño lo causa la hembra al realizar la puesta y la larva al alimentarse en el interior del fruto. Por esta razón se trata de una grave amenaza económica para muchos cultivos de frutales, con pérdidas que pueden llegar a un 100% de la cosecha.
- La hembra pone los huevos bajo la piel suave de los frutos mediante un ovipositor dentado. Deja una cicatriz que se ablanda y se descompone, pudiendo exudar fluidos que atraen a otras plagas (Drosophila melanogaster) y enfermedades (Botrytis)
- A diferencia de otras especies de dípteros que atacan los frutos, en las que solamente se encuentra una larva por fruto, en los frutos atacados por la Drosophila suzuki pueden encontrarse numerosas larvas dentro de un fruto, hasta 65.
- La reproducción es rápida, con ciclos de vida cortos. Puede tener de 7 a 15 generaciones anuales, incluso superpuestas.
El software FuturCrop en la prevención, tratamiento y control de la Drosophila suzukii:
- La mosca puede vivir entre 16 y 66 días, dependiendo de la temperatura y la humedad. Pero ese es un margen muy grande. Por ejemplo, a 21,1ºC el ciclo se puede completar en poco más de 7 días. FuturCrop trabaja con algoritmos de modelos de desarrollo biológico que establecerá exactamente los días de su ciclo biológico.
- FuturCrop puede ser de gran ayuda en los muestreos. Cuando la fruta está recién picada, los síntomas pasan desapercibidos, debiendo examinar minuciosamente para observa la picadura. Pero FuturCrop envía avisos automáticos del estado de la plaga. Por consiguiente, es más fácil identificar la posible causa de los daños, si tenemos una alerta del software de cualquiera de los estados inmaduros.
- Los tratamientos químicos van dirigidos contra los adultos de la plaga, ya que una vez está el huevo en el interior del fruto no hay solución posible. Generalmente, el gran número de generaciones de la plaga, que se solapan unas con otras, facilita que se realicen muchas intervenciones químicas. FuturCrop avisa al productor, para una correcta detección temprana que permite el tratamiento eficiente en las generaciones iniciales.
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