viernes, 27 de abril de 2018

El efecto de la globalización del comercio y el cambio climático en la diseminación de las plagas y enfermedades vegetales en nuevos territorios.


La globalización del mercado internacional favorece que cada año miles de millones de productos
vegetales sean trasladados entre países. Evidentemente, con las mercancías viajan plagas y
enfermedades. Y, como las condiciones climatológicas han cambiado, con inviernos más cortos
y suaves, muchas plagas se establecen fácilmente en los nuevos ecosistemas, donde anteriormente
no podrían haberlo hecho. Son suficientes unos cuantos años para que ciertas plagas ya están
firmemente asentadas en sus nuevos territorios.


Según los datos manejados por la Unión Europea, de 2009 a 2013 se detectaron al menos ocho
nuevas plagas implantadas en territorio comunitario: Anoplophora glabripennis, Diabrotica virgifera,
Bursaphelenchus xylophilus, Pomacea insularum, Anthonomus eugenii, el virus de la tristeza de los
cítricos, Xylella fastidiosa, y el virus de la deformación fusiforme del tubérculo de la patata. Ese ritmo
de asentamiento supone una nueva plaga o enfermedad en territorio europeo cada siete meses.


Se trata de plagas y enfermedades vegetales especialmente peligrosas, porque en los nuevos territorios
donde se implantan se desconoce su desarrollo o su ciclo biológico y su correcto tratamiento, y porque
en muchas ocasiones carecen de enemigos naturales. En su nuevo territorio, en ocasiones encuentran
nuevos hospederos. Esas nuevas plagas y enfermedades afectan gravemente a la producción agrícola
y al medioambiente.


La Avispa asiática, Vespa velutina, que llegó a Europa en un contenedor, procedente del sudeste
asiático, es un peligroso depredador de abejas, que en Europa está afectando directamente al proceso
de polinización y en general a todo el ecosistema. Además, la avispa adulta se alimenta de fruta madura
(manzanas, ciruelas, uvas, etc.) en gran cantidad, y pueden causar graves destrozos en la agricultura.
Otra plaga ya habitual, la polilla del tomate, Tuta absoluta, es originaria de Chile, aunque se extendió
por gran parte de sudamérica. Se detectó por primera vez en España en 2007, y se propagó
rápidamente al resto del país, incluido las Islas Canarias, y al área mediterránea. Hoy en día se trata
de una plaga totalmente asentada que causa graves problemas en los cultivos de tomate. Existen
otras plagas y enfermedades foráneas de reciente asentamiento en Europa: la polilla guatemalteca,
o Tecla solivanora, la Psila Africana de los cítricos, Trioza erytreae, o el greening de los cítricos, que
 suponen un grave peligro para el cultivo de la patata en el primer caso, y para la citricultura
mediterránea en los dos últimos.


También en los ámbitos ornamental y forestal nuevas plagas y enfermedades están causando graves
daños. Tal es el caso de la Cydalima perspectalis, una mariposa cuyas larvas se alimenta de las hojas
del boj, que ha devastado zonas boscosas de Suiza, pero que ya está afectando a amplias zonas del
sur de Europa.


El caso más conocido actualmente es el de la Xilella fastidiosa, una bacteria que obligó  a talar
centenares de miles de olivos en Italia, dañando la economía agrícola y el paisaje tradicional de
amplias regiones. Es de hecho la enfermedad vegetal emergente más peligrosa de Europa.


La Unión Europea dispone de un organismo, Europhyt,  para la notificación y control de interceptaciones
de importaciones, por motivos de sanidad vegetal. Según un informe de dicho organismo, durante el
año 2017 se interceptaron importaciones por causa de 1.484 organismos dañinos, entre otros:

Liriomyza sp, Helicoverpa armigera, Phyllostica citricarpa, Spodoptera litura, Tephritidae,
Santhomonas citri sitri, Anastrepha fraterculus, Ceratitis capitata, Tribolium confuus,
Bactrocera dorsalis, Thrips palmi, Liriomyza sativae, Cordylomera spinicornis, Acidovorax citrulli,
Aleurocanthus spiniferus, Ripersiella hibisci, Santhomonas euvesicatoria, Bactrocera sp. ,
Phyllosticta citricarpa, Apriona germari, Liriomyza huidobrensis, Bemisia afer, Spodoptera cosmioides,
Radopholus similis, Thaumatotibia leucotreta, Bactrocera invadens, Ceratitis cosyra,
Anthonomus eugeni, Helicoverpa zea, Tortricidae, Globodera rostochiensis, Aphelenchoides,
Thaumatotibia leucotreta, Scyphophorus acupunctatus, Bactrocera latrifons, Bactrocera zonata,
Zeugodacus, Oryzaephilus sp., Protopulvinaria mangiferae, Thaumatotibia leucotreta,
Ditylenchus dipsaci, Anoplophora chinensis, Aleurocanthus spinferus, Dacus bivittatus,
Pratylenchus, Radopholus similis, Ceratitis cosyra, Atherigona orientalis, Leptoglossus clypealis,
Pantoea stewartii, Bactericera cockerelli, Andean potato latent virus, Arracacha virus B,
Bephratelloides, Potato virus, Potato yellowing virus, Synchytrium endobioticum, Phyllosticta citricarpa,
Bactrocera cucurbitae, Leucinodes orbonalis, Buprestidae, Phyllosticta citricarpa,
Clavibacter michiganensis.

Y un largo etcétera. (Puedes consultar las correspondientes al 2018 en este enlace




El último Informe Anual de Europhyt, correspondiente al año 2016 dice entre otras cosas:

El material de plantación sigue siendo la vía más crítica y de mayor riesgo, aunque
no la más numerosa,  para la introducción de plagas y enfermedades vegetales en la Unión Europea.

Se intervinieron 1.212 importaciones de frutas y hortalizas, debido a la presencia de plagas
o enfermedades. Las frutas y  hortalizas han sido consistentemente el grupo de productos en
el que se producen la mayoría de intervenciones por este motivo. (66.7% en 2016).




  • En el año 2016 se registraron 85 nuevos organismos nocivos no presentes en la Unión Europea, y no interceptados anteriormente.


Bactrocera tau Blepephaeus succinctor Chalcodermus aeneus Cofana sp. Cordylomera spinicornis Dialeurodes kirkaldyi Diaporthe eres Doliopygus sp. Orchidophilus sp. Saperda tridentata Xiphinema californicum Xyleborinus artestriatu.


Enlaces externos

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