miércoles, 21 de noviembre de 2018

Síntomas de las enfermedades víricas de las plantas



Los patógenos causantes de las enfermedades de las plantas pueden ser bacterias o virus. Éstos, a diferencia de las bacterias, no están formados de células, no tienen metabolismo y, por tanto, no respiran, no se alimentan, no crecen. Un virus vegetal es un conjunto de una o más moléculas de ácido nucleico, contenido en una cubierta protectora de proteínas, capaz de auto-replicarse dentro de las células de su planta hospedante (y a veces dentro de su vector transmisor). En la mayoría de los casos, los virus se dispersan a través de toda la planta causando una infección sistémica, alterando las características del producto, defectos estéticos e incluso pérdida de cosecha.

Los síntomas de las enfermedades víricas de las plantas son el resultado de la interacción entre los genomas del virus y el de la planta hospedante. Por consiguiente, la manifestación de los síntomas de las enfermedades víricas depende de la planta hospedante y del tipo de virus. Por ejemplo El virus del mosaico del maíz puede incluir una variedad de síntomas, como el mosaico, el moteado, la necrosis, el achaparramiento, enrrollado de la hoja o el amarillamiento de los tejidos de la planta. El virus del mosaico del pepino (CMV) se manifiesta mediante manchas cloróticas y epinastia en las hojas, así como deformaciones y mosaico en peciolos y frutos.

Esa interacción entre el genoma del virus y el genoma de la planta hospedante, es decir el síntoma que se manifiesta en la planta, ha sido la que utilizaron los virólogos vegetales para denominar a los virus, hasta la caracterización del primer virus vegetal en 1930. El virus del mosaico del tabaco fue descrito por primera vez en plantas de tabaco, en las cuales inducía un mosaico en las hojas. De ahí su denominación y su acrónimo del inglés (TMV, Tobaco Mosaic Virus)

Los síntomas nos facilitan los primeros indicios de cuál es el problema que padece la planta. Sin embargo, en ocasiones los síntomas no proporcionan suficiente información para decidir cuál es el tipo específico de virus que causa la enfermedad, y suele ser necesario un análisis de laboratorio.

En general los siguientes son síntomas habituales de una enfermedad causada por un virus: mosaicos, moteados, virescencias (autolisis), variegaciones, necrosis, manchas anulares, tumores o agallas, deformación de frutos, leprosis, acortamiento de entrenudos, raquitismo, etc.



MOSAICOS
Consisten en alteraciones de áreas blancas, amarillas o verde claro entremezcladas con el verde normal de la hoja (y el fruto, en algunos casos).


MOTEADOS
Son áreas cloróticas aisladas (amarillas o blanquecinas debidas a la falta de clorofila), muy pequeñas y difusas.


VIRESCENCIA (AUTOLISIS)
Producción de clorofila por tejidos que normalmente no la producen. Se manifiesta comúnmente en las partes coloreadas de las flores cuando adquieren una pigmentación verde.



VARIEGACIÓN
Un cambio en la coloración de las zonas verdes de las plantas.


NECROSIS
Zonas muertas de las células y tejidos de las plantas, que pueden ocurrir en las raíces, tallos, hojas, flores y frutos.


MANCHAS ANULARES
Anillos cloróticos o necróticos que forman manchas en forma de anillos, en las hojas, y principalmente en el fruto y en el tallo.



TUMORES O AGALLAS
Sobrecrecimiento anormal de tejido debido al agrandamiento de las células o la multiplicación excesiva de estas.



DEFORMACIONES DE FRUTOS




EPINASTIA
Pérdida del ángulo normal de la hoja en la cual el ápice se dobla hacia el envés.


ESCOBA DE BRUJA (BLASTOMANIA)
Proliferación excesiva de brotes o yemas, aunque no hay ramificaciones anormales. Suele suceder que muchos de los brotes perecen y surgen brotes nuevos, formando una masa densa de brotes muertos y nuevos.


LEPROSIS O SARNAS
un área rugosa y con aspecto de corteza en la superficie de un órgano vegetal


ACORTAMIENTO DE ENTRENUDOS


RAQUITISMO
El escaso desarrollo de la planta es el síntoma más común y generalmente el más importante económicamente. Puede ser severo si la infección se produce cuando la planta es muy joven.